Unos versos del Prothalamion de Edmund Spenser -"Dulce Támesis, fluye dulcemente hasta que mi canto se termine"- podrían resumir perfectamente la naturaleza tranquila del río más famoso de Inglaterra, que serpentea lentamente entre los Cotswolds y Kew. Atraviesa unos paisajes típicos de la campiña inglesa: colinas suaves, regiones boscosas, praderas, casas de campo, coquetos pueblecitos. Ninguna carretera lo flanquea, así que las dos formas de descubrirlo es a pie o, aún mejor, en barco.
Unos versos del Prothalamion de Edmund Spenser -"Dulce Támesis, fluye dulcemente hasta que mi canto se termine"- podrían resumir perfectamente la naturaleza tranquila del río más famoso de Inglaterra, que serpentea lentamente entre los Cotswolds y Kew. Atraviesa unos paisajes típicos de la campiña inglesa: colinas suaves, regiones boscosas, praderas, casas de campo, coquetos pueblecitos. Ninguna carretera lo flanquea, así que las dos formas de descubrirlo es a pie o, aún mejor, en barco.