El Manta Resort es un hotel excelente -cabañas de lujo junto a la playa- situado en la isla de Pemba, en Zanzíbar, al Este del continente africano. Los arenales de esta zona del Índico son blancos, y el agua, transparente, como en las postales, un lugar idílico para lunas de miel o cualquier otra variante de escapada romántica.
El buceo alrededor de la isla de Pemba es una actividad impresionante. El arrecife de coral virgen hace de este lugar un imprescindible para los aficionados a la vida marina. Pero desde ahora, ahí abajo hay además una construcción asombrosa.
El complemento que acaba de inaugurar el Manta Resort aumenta la singularidad de este destino. Se trata de una plataforma flotante situada frente a la isla que incluye una habitación -con todas las comodidades- a cuatro metros bajo el mar. Los huéspedes duermen en una cámara con paredes de vidrio, mientras que, en la superficie, hay una zona de ocio donde tomar el sol.
El precio de esta habitación doble: 1.500 dólares la noche (unos 1.100 euros). Para una persona, 750 dólares.
La idea de crear una habitación bajo el agua le corresponde a Mikael Genberg, un artista sueco que impulsó esta propuesta en un lago (lago Mälaren, en Västerås cerca de Estocolmo) en el año 2000. Se creó a tres metros bajo el agua y tiene dos camas individuales y una mesa.
Unos años después, en 2006, la empresa sueca Genberg Underwater desarrolló el concepto y la infraestructura para crear habitaciones bajo el agua en todo el mundo. Entre ellas, esta de Zanzíbar.