Segunda semana que Bardarbunga sigue en erupción en Islandia. Por el momento, la intensidad de la emisión de lava se estabilizó y decenas de fotógrafos se apresuraron a capturar imagenes de la escena.
El Bardarbunga es un estratovolcán activo situado bajo la capa de hielo del glaciar Vatnajökull, el glaciar más extenso de Islandia. Se levanta a unos 2 mil msnm, lo que lo convierte en la segunda montaña más alta de Islandia, sólo unos 10 m por debajo del Hvannadalshnjúkur. Forma parte de un sistema volcánico de 200 km de longitud y 25 km de ancho. La última vez que entró en erupción fue en 1910. Sin embargo, en agosto de 2014, el volcán comenzó a dar signos de creciente actividad sísmica lo que forzó a las autoridaes aeronáuticas islandesas a emitir diversas alertas. Sus erupciones podrían alterar el clima y el tráfico aéreo en el hemisferio norte de la Tierra.
La caldera del Bárðarbunga tiene unos 70 km2, con un ancho de 10 km y una profundidad de 700 m.1 Los bordes circundantes se elevan a 1 850 msnm, pero la base está a unos 1 100 msnm en promedio. El volcán se encuentra cubierto de hielo y su cráter se encuentra completamente oculto por éste.
Hasta fines del siglo XX, el Bárðarbunga era un volcán prácticamente desconocido en Islandia, debido a su remota ubicación y a sus erupciones infrecuentes. Así, se pensaba que las capas de tefra halladas en sus inmediaciones provenían de otros volcanes. Sin embargo, estudios más recientes demostraron que las mismas se habían originado en el Bárðarbunga. La erupción en la fisura de Gjálp de 1996 puso de manifiesto la posible interacción existente entre el Bárðarbunga y el volcán Grímsvötn. Se piensa que dicha erupción fue disparada por la ocurrencia de un terremoto del orden de M5 en la escala de Richter.
La actividad sísmica en el volcán ha sido intermitente y se lo considera activo, aunque sin erupciones recientes. Existe actividad volcánica frecuente fuera del glaciar, hacia el suroeste, en las tierras altas entre Vatnajökull y Mýrdalsjökull, así como hacia el noreste en el Dyngjufjöll. Durante los últimos siete años, la actividad sísmica ha aumentado gradualmente en Bárðarbunga y el enjambre fisura al norte del volcán. Esta actividad redujo después del Grímsvötn erupción mayo 2011, pero ahora ha vuelto a un nivel similar al de antes de la erupción.
A lo largo de la historia, ha habido grandes erupciones en períodos que oscilan entre los 250 a los 600 años. La mayor erupción del Bárðarbunga tuvo un índice de explosividad volcánica (VEI) de 6, aunque existe evidencia de múltiples erupciones de menor intensidad en los últimos 10 mil años.
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