Este palacio se encuentra en las inmediaciones de San Petersburgo, y se comenzó al mismo tiempo que esta ciudad a comienzos del s XVIII. Peterhof es el monumento por excelencia a la voluntad del zar Pedro el Grande de emprender proyectos colosales y triunfalistas para emular e incluso superar a los soberanos europeos en la fastuosidad y velocidad de sus ejecuciones. Este palacio es obra del arquitecto francés J.B. Le Blond, el mismo que proyectó San Petersburgo, y su construcción sufrió un gran impulso tras la visita de Pedro el Grande a Versalles. La parte original corresponde al centro del actual palacio y fue concluido en 1721, de hecho, San Petersburgo estaba aún en construcción cuando la obras del palacio concluyeron.
Con el paso del tiempo su aspecto a cambiado debido a las obras realizadas por los sucesivos monarcas. Así, la zarina Isabel I encargo un primer proyecto de ampliación a Rastrelli, que intentando mantener la estética de Le blond, incorporó una piso más y agregó las alas laterales rematadas por sendos pabellones. También remodeló los interiores al gusto de la época con un barroco triunfante. Posteriormente, fue la zarina Catalina II la que lo redecoró los interiores imponiendo su gusto neoclásico, aunque respetando algunas salas emblemáticas de Rastrelli. Un ejemplo de estas antiguas salas es la escalera principal, que aunque de pequeñas dimensiones, es deslumbrante ya que está decorada con profusión de cariátides y tallas doradas, al igual que el gran salón dorado al que da acceso está escalera.
Hasta la Revolución de Octubre (1917) Peterhof fue residencia de los zares. En el año 1918 se transformó en museo. Durante de Segunda Guerra Mundial estuvo ocupado por las tropas alemanas. Antes de su llegada se pudieron evacuar más de 8.000 objetos de decoración de los palacios y cerca de 50 estatuas. Las tropas alemanas destruyeron casi todo. Después de la Segunda Guerra Mundial se empezó a restaurar el Palacio de Peterhof, y aún hoy continúan las obras (2007). Desde 1945 está abierto el Parque Inferior. Desde 1946 las fuentes se están reconstruyendo de memoria, como la fuente «Sansón», que fue robada por las tropas alemanas. En el año 1952 se empezó a reconstruir el Palacio Grande. En 1964 quedaron abiertas al público las salas del museo.